Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia Diseños propios de flora y fauna argentina - Hecho 100% a mano - 10% off por transferencia
PEQUEÑO ACORAZADO MATACO BOLA

Por la llanura pampeana se los ve seguido. “Armadillo”, “peludo”, “tatú carreta”, “mulita” o “quirquincho”. De las 22 especies que existen, 13 se encuentran en Argentina. Son pequeños mamíferos que suelen pasar desapercibidos. Se suele creer que ponen huevos, pero no: dan a luz a sus crías y amamantan durante varias semanas. Son solitarios, pasan gran parte de su vida en madrigueras y generalmente son activos de noche.

Ustedes dirán… ¿pero el peludo o la mulita no se hacen bola?  Curiosamente, hay 1 de las 13 especies de armadillos que viven en Argentina que sí; se llama “mataco bola” y vive en Mendoza.

Es el único en Argentina que se enrolla por completo para formar una pelota casi perfecta: una excelente estrategia para protegerse de los depredadores. Pero, también, es uno de los principales factores por los que se encuentra amenazado, siendo muy fácil de capturar cuando se encuentra enrollado.