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FLOR DE PALO BORRACHO

Al igual que el ceibo y el jacarandá, el palo borracho es un árbol que me deslumbra por sus divinas flores de color rosado. Me parece increíble como estos árboles florecen y nos regalan semejantes colores. Acá en Madariaga tengo la suerte de poder disfrutar de los tres árboles, por más que sean originarios del litoral argentino.

El palo borracho es bastante longevo, rústico, y su afán de supervivencia es tal que hasta puede ser trasplantado siendo adulto. Eso me gusta: se adapta fácilmente. El nombre común proviene del abultamiento del tronco, debido a que en la madera acumula agua de reserva para tiempos de escasez. Y encima, precavido. Cuando es joven luce espinas filosas para protegerse de los animales herbívoros. Con los años, se le van limando las asperezas, y va engordando cada vez más, acumulando agua y tomando forma de botellón. 

Exótico, sin dudas, pero un gordito bonachón que, encima, nos regala flores rosadas.