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AGUARIBAY

Se lo conoce como “aguaribay”, “molle”, “pimentero” o “árbol de la pimienta”. 

Es un árbol fuerte y con presencia en gran parte de la Argentina. Se desparrama desde la pampa al noroeste y litoral del país, gracias a su gran capacidad de adaptación a diferentes suelos y climas.

Sus hojas son utilizadas como tintura amarilla para teñir lanas. La semilla es similar al grano de pimienta; de allí el nombre “pimentero” o “falso pimentero”. Antiguamente, con la fermentación de sus frutos se preparaba chicha y bálsamo, que aparentemente era bueno para las heridas. 

De tronco robusto y delicadas hojas de color verde intenso, así lo describió Manuel Belgrano: "Su aspecto es agradable, vistoso, verdaderamente pintoresco; el verdor de sus hojas es perenne aún en los parajes expuestos a heladas (..) y la actitud piperina de sus frutos destruye en su ámbito todo género de maleza".

El Perito Moreno plantó uno en Parque Patricios, y Sarmiento no pudo ser menos y plantó otro en la Quinta Pueyrredón. Uno de los más famosos, por su antigüedad y porte, se encuentra en Hacienda de Molinos, Salta. 

Rústico como se lo ve, resulta tener muchas cualidades, desde culinarias hasta curativas, y parece que es eficiente como repelente de mosquitos. 

Codeándose entre próceres… ¡No se le escapa nada!